El mercado laboral comienza 2015 bajo una ola de despidos
El escenario del mercado laboral en Brasil, que ya venía en estado de atención desde fines del año pasado, gana en este inicio de 2015 más ingredientes que refuerzan las advertencias realizadas por especialistas en los últimos meses. Todavía no está claro qué impacto tendrán los despidos en el sector de la automoción en los datos del mercado laboral, pero estos despidos en las automotrices son sintomáticos de la situación del empleo industrial y de la nueva etapa en la que ha entrado la política económica, según una valoración de expertos consultados por Broadcast, el servicio de noticias en tiempo real de Agência Estado. Además, la Operación Lava Jato puede repercutir en los niveles de empleo debido a los cierres anunciados por los consorcios vinculados a Petrobras.
La semana pasada, Volkswagen anunció el recorte de 800 empleados en la fábrica de São Bernardo do Campo previsto para febrero, dejando en claro que esta fue solo la primera medida para ajustar un excedente de unos 2.000 trabajadores. Mercedes-Benz ya despidió a 260 empleados, 100 de ellos a través del Programa de Despido Voluntario (PDV) y 160 por iniciativa propia.
Para los profesionales, estos recortes no sorprenden, pues la industria se encuentra debilitada y acumula un saldo neto negativo de casi 15 mil puestos de trabajo entre enero y noviembre de 2014, según el Registro General de Ocupados y Desempleados (Caged). Como informó esta semana el IBGE, en noviembre el empleo industrial cayó el 0,4%. Entre enero y noviembre de 2014, la caída acumulada alcanzó el 3,1%.
La devolución del cobro del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) para automóviles a partir de enero jugó un papel relevante en los despidos. “El fin de la reducción de tarifas debe desalentar las ventas y las empresas anticipan los recortes. Comenzó con Volkswagen y puede extenderse a otras automotrices”, dijo Rodrigo Leandro de Moura, investigador del Ibre/FGV
Vale recordar que durante gran parte del primer mandato de la presidenta Dilma Rousseff, a través de un acuerdo, el gobierno mantuvo el impuesto reducido, a veces incluso en cero, a cambio de garantizar el mantenimiento de los empleos en el sector. Ahora, con el nuevo equipo económico, parece no haber más disposición para la asistencia sectorial, sobre todo ante la necesidad de un fuerte ajuste fiscal.
Además de la tasa del IPI, que se había reducido desde mayo de 2012 y se fue restableciendo paulatinamente, volviendo a la tasa normal (7% a 25%) en enero, la caída de las ventas de vehículos en Brasil también está influida por el escenario externo, principalmente la crisis en Argentina, principal destino de las exportaciones de automóviles en Brasil.
El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro Neto, dijo la semana pasada que la información sobre despidos en el sector automotriz sigue siendo un tema “extremadamente limitado” y que no existe un problema sistémico que justifique la acción directa del gobierno. El Ministro Principal de la Secretaría General de la Presidencia de la República, Miguel Rossetto, quien se reunió con los sindicatos metalúrgicos, dice que el gobierno no entiende que hay una crisis en el sector.
Esa caída de la demanda interna también puede causar despidos en las concesionarias, según pronóstico del presidente de la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave), Alarico Assumpção. Reconoce que el empleo en las redes puede verse afectado, aunque considera que habrá despidos masivos, pues el sector ya viene haciendo un ajuste en la plantilla en los últimos dos años.