Las industrias gasoquímica, mineral y biotecnológica son alternativas para el desarrollo del Estado
Abundancia de agua, vastos recursos minerales, suelo fértil, variedad de frutas y especies de plantas brindan varias posibilidades para agregar valor a nuestra economía
Gobiernos y académicos están en constante debate sobre la importancia de aprovechar los recursos naturales de la Amazonía (Archivo AC)
Gigante por naturaleza, la Amazonía esconde más riquezas naturales de las que uno pueda imaginar en sus 1.570.746 kilómetros cuadrados de extensión que abarcan la mitad de la selva tropical más grande del planeta.
Abundancia de agua, vastos recursos minerales, suelos fértiles, variedad de especies frutales y vegetales configuran innumerables posibilidades para agregar valor a nuestra economía, que actualmente se concentra en la industria productora de bienes de consumo e intermedios.
En São Gabriel da Cachoeira hay reservas de hierro, manganeso, fosfato, barita, zinc, titanio, vanadio, tierras raras, uranio, oro y niobio; mientras que en Silves, Autazes, Itacoatiara, Nova Olinda do Norte e Itapiranga hay presencia considerable de silvinita, petróleo y gas, caliza, arcilla y caolín, por mencionar algunos. Estos recursos pueden ser aprovechados para subsidiar nuevos segmentos productivos en las próximas décadas.
Gobiernos y académicos están en constante debate sobre la importancia de utilizar la riqueza natural de la Amazonía para construir una economía más fuerte y no tan dependiente de las empresas multinacionales instaladas en el Polo Industrial de Manaus (PIM).
Pero en la práctica, se tomaron pocas iniciativas. Una de esas posibilidades es invertir en una industria de conservas de pescado y en la producción de biocombustibles a partir de materiales plásticos. Polo Gas-Químico El polo Gas-Químico, concebido por Suframa en 2007, por ejemplo, nunca llegó a despegar.
El objetivo de este proyecto era aprovechar el gas natural proveniente del municipio de Coari, a través del gasoducto a Manaus, para producir, por ejemplo, insumos agrícolas, materiales plásticos y hasta vidrio.
Según el titular de la Secretaría de Estado de Minería, Geodiversidad y Recursos Hídricos (SEMGRH), Daniel Borges Nava, el proyecto Suframa seguirá siendo utilizado, sin embargo, se necesitan más estudios sobre el mercado mundial y la cantidad de nuestras reservas de gas.
“Dentro de la nueva apariencia del mercado mundial, necesitamos actualizar los datos, hacer un estudio, para ver cómo el Estado puede, al integrar estos incentivos fiscales, que tenemos en la ZFM, los incentivos fiscales Codam, saber cómo hacer para que estas industrias puedan ser atraídas por el modelo ZFM. Esto implica la actualización del estudio de mercado y una alianza entre el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal, con base en temas que son de interés para Petrobras”, dijo Nava.
“Como ya tenemos una refinería en Manaus, es posible instalar una planta de urea aquí. Cuando agrega urea y potasio, tiene la base de insumos agrícolas. Entonces, Amazonas se convertiría en un gran productor de insumos agrícolas que utilizamos en el área de siembra de soja. El plástico utilizado en los electrodomésticos producidos en PIM también se puede producir a partir de este gas. El subproducto del caolín es la arena, con la que se puede hacer vidrio. Entonces existe la posibilidad de atraer una industria del vidrio”, explicó el secretario. El dilema radica en utilizar estos recursos de manera sostenible.
proyectos
Materiales descartables como plásticos y oleaginosas, que son descartados por empresas del Polo Industrial de Manaus, podrían pasar por procesos y convertirse en biocombustibles, como el biodiesel.
Según el doctor en Química Analítica y especialista en el campo de los biocombustibles, Jamal Chaar, docente de la Universidad Federal de Amazonas (Ufam), el proceso de craqueo no es barato, pero la inversión en el segmento es importante porque evitaría este material sea desechado en cualquier área. El combustible podría ser utilizado en embarcaciones e incluso en las propias empresas PIM.
“Hay gente aquí en la región que está interesada en trabajar en este segmento. Ahora, la inversión es alta, no sé cuánto, pero es viable por la cantidad de productos, desechos que se desechan todos los meses en la región”, dijo Chaar.
Incluso con personas interesadas en el proyecto, Chaar dice que se necesitan inversiones de instituciones públicas y empresas PIM para que la producción de biocombustibles algún día sea una realidad. “Este material puede ser aprovechado por una industria bien preparada que cuente con el apoyo de entidades como el gobierno estatal y federal. Todo proceso que vaya a trabajar con pasivos ambientales como fuente de materia prima siempre será un proceso costoso”, concluyó.